lunes, 28 de noviembre de 2016

Fui un pájaro enjaulado

Una vez amé tan
tan fuerte,
que incluso el universo
se avergonzó de ser tan pequeño.

Una vez juré que sería Luna,
y mi error fue permitir que me pisaran.

Fui la oveja tonta,
enamorada del lobo.

Fui un ave Fénix consumido,
hecho cenizas
y tan en llamas que olvidé hasta cómo respirar.

Me enamoré de tu fuego
y de tus bocanadas de aire.

Fuiste mi duermevela,
mi sueño que se torna ligero e inquieto cuando amanece,
aunque aquí dentro siga oscuro.
Porque me enamoré de tu oscuridad
cuando apagaste mi luz.

Pero sobre todo,
fui mariposa.
Provocaba huracanes
con el aleteo de mis pestañas
y bailaba con el viento.

Y entonces,
mi error fue
que me cortaran las alas,
y enamorarme del huracán,
en vez de la mariposa.

Amé tus alas
por encima de las mías,
y nunca supe
hasta qué altura
deseabas dejarme volar.

martes, 13 de enero de 2015

- W.D

"La vida no tiene explicación. Así me sentí yo cuando desapareció de mi vida, como si la narración hubiera cambiado sin motivo. Dejó de ser nuestra historia para ser únicamente la mía. Duele ¿sabéis? Esperaba entre temerosa e impaciente mi fin. Cuando amamos tanto y se trata de un amor tan inmenso, te sorprende que nadie se dé cuenta del momento exacto en el que ese amor se rompe. Ni un solo sonido, ni la Tierra quebrándose, ni el mar secándose... solo tú y tu dolor. Un dolor que me acunaba, que me repetía una y otra vez 'todo irá bien'. Y no pude más que sentirme contrariada al darme cuenta de que solo el dolor me calmaba. Es raro y comprensible. A veces todo se entremezcla: el amor se convierte en odio, el dolor en consuelo... supe desde un principio que acabaría así, lo llevaba dentro de mí. Un amor no puede empezar con mentiras, así que quizás no fuera amor. Olvidad eso. Sí que fue amor. Es difícil asimilar que cuando te rompes por dentro, no haya nada que lo exteriorice fuera. Sentí un desgarro. No es una licencia poética, es la pura verdad. Me desgarré. Algo en mí se rompió para siempre. Decir que los días pasaban con lentitud, sería quedarme corta. Ni siquiera pasaban. Se habían ido con él. Los entiendo. Yo también me hubiese ido con él. ¿Sabíais que en sus ojos puedes ver tu propio reflejo? ¿Sabéis lo que eso significa? Que estás tan cerca de él que puedes besarle. Y es cuando más guapo estaba. Parece un niño, un niño adorable que da sin pedir. Siempre me lo dio todo, y yo a él también. Le odio. Le odio por irse a pesar de todo, por no luchar, por no quedarse, por abandonarlo todo. La primera vez que le vi, supe que le querría. Una madre, cuando sabe que espera a su hijo, lo ama sin conocerlo; yo a él lo amé sin conocerlo. La vida sin él, dolía demasiado. ¿Cómo era capaz de vivir antes de conocerlo? Intentaba hacer memoria, pero no podía. No tenía fuerzas. Si alguien hubiera cogido un microscopio, seguro que en cada una de mis lágrimas se podría haber leído su nombre. Su ausencia me dolía. Todo me dolía. Él me cambió. Quizás estaba enloqueciendo, pero qué sabrán ellos del amor. El amor es dolor y el amor es locura. Y yo estaba intentando levantarme de la tumba que yo misma había cavado. Y por lo que tardé en salir de ella, se podría decir que la mía me salió espectacularmente honda."

martes, 6 de enero de 2015

"Y hoy quiero que sepas que aquí estás conmigo, aunque el cruel destino haya pagado mal..." Vuelve.

Hoy te lloro todas las lágrimas que no te he llorado en este tiempo, y en realidad no sé por qué he tardado tanto en soltar todo lo que llevo dentro, porque nunca ninguna pérdida me había dolido tanto. Supongo que nunca he sido de llorar, o quizás aún no terminaba de aceptar que ya no ibas a volver con tus besos como antes, y después de cuatro años, eso es algo que aún no he terminado de asimilar. No asimilo que ya no volveré a verte aparecer por la puerta, que no volveré a ver tu preciosa sonrisa, que ya nunca tendré tus abrazos, ya nunca volverás a decirme lo mucho que valgo o a preguntarme si me gusta algún chico como solías hacer. Echo de menos que me defiendas y que me antepongas a mí por encima de todo, echo de menos contarte mis secretos y que me aconsejes como solo tú sabías hacer. Echo de menos hasta que me regañes cuando hago algo mal. Echo tantas cosas de menos... que parece que me he quedado estancada allí, en ese pasado, sin aceptar que ya no vas a volver. Pero no quiero seguir adelante sin ti, no puedo. Y si ahora soy fuerte, es gracias a ti, tú me das las fuerzas que me hacen falta incluso sin estar aquí conmigo. Aún escucho nuestra canción por las noches y te imagino cantándomela como antes, escucho el susurro de tu voz diciéndome que me quiera, igual que tú me quisiste, igual que tú me quieres aunque no estés físicamente a mi lado. Y no sabes el vacío que siento desde aque maldito día en el que te fuiste... y aún me cuesta creer por qué la vida es así, por qué a veces te arrebata lo que más quieres... todo sería mucho más fácil si siguieras aquí.



viernes, 5 de diciembre de 2014

"Mi mayor acierto..."

Éramos la envidia de todo aquel que hablaba, aquellos que decían conocer el amor, se giraban para ver el nuestro. Dándose cuenta de que era lo más sincero, y aun cometiendo errores, lo más perfecto que verían nunca. Deseando tener una historia igual, sin saber que nunca habrá nada igual a lo que nosotros tuvimos, y tenemos. Porque lo nuestro nació de un amor de verano, sin esperanzas, sin nada que perder, y aquí estamos, en pleno invierno, el segundo que pasamos juntos, y tan enamorados como el primer diciembre que viví a tu lado, abrazada a ti, protegiéndome del frío y de todo lo malo. Y es curioso, porque siempre sabemos superarlo todo. Yo no sé mucho sobre el amor, no sé si es cierto eso que dicen de que lo puede todo, o si es solo un mito. Pero por ahora, el nuestro ha podido con todo y más. Y con eso me basta. Y me da igual la gente, me da igual lo que piensen, lo que digan, lo que opinen... porque estamos juntos, y teniéndonos el uno al otro el mundo nos sobra. Y sé que todo esto por lo que estamos pasando, lo recordaremos en unos años, y nos daremos cuenta de que todo el sufrimiento, valió la pena. La vida está para equivocarse, para tomar decisiones, para elegir... y yo te elegí a ti, y puedo decir sin duda alguna, que has sido el mayor acierto de toda mi vida. Y que quiero equivocarme junto a ti durante muchos inviernos más, pero juntos, siempre juntos, como lo hemos estado hasta ahora.

martes, 18 de noviembre de 2014

"Gracias: siete letras nunca dijeron tanto."

Nunca escribo sobre ti, supongo que es porque no me salen las palabras, porque ni todas las del mundo son suficientes para describir todo lo que significas para mí, sin saber tan siquiera de mi existencia. No sabes lo mucho que odio cada vez que me dicen que solo me gustas por el físico, y lo mucho que odio aún más a esas personas que de verdad solo "te quieren" por eso. Porque tú eres mucho más que una cara bonita. Tú eres esa persona que me enseñaste a luchar y a perseguir mis sueños, la que me enseñó que "las pérdidas pueden ser ganancias", que hay que aprovechar cada minuto, porque lo único verdaderamente importante en esta vida es el camino que nos queda por recorrer. La gente me juzga. Me dicen que no puedo querer a una persona a la que tan siquiera he tenido la oportunidad de tener en frente. Pero yo te quiero. Te quiero tanto que duele. Te quiero por lo que eres y por todo lo que sin conocerme has llegado a hacer por mí. Y confío en que llegará el día en el que podré abrazarte, y con lágrimas en los ojos te diré todo esto que ahora te escribo, y te contaré lo mucho que he tenido que esperar para por fin poder tener a pocos metros (espero que incluso centímetros), esa sonrisa que tantas veces, cuando más destrozada estaba, me ha dado la vida. Pero la espera, merecerá la pena. Y estos kilómetros, ya no serán nada. Porque con solo ver una foto tuya, un tweet, o escuchar una canción, ya me hacías sonreír incluso cuando solo quería llorar. Sé que estoy creciendo, cada vez voy teniendo menos tiempo de estar al día de todo lo que haces, de todo lo que publicas... el tiempo pasa, y nada es como era antes, pero en cambio, aquí sigo, apoyándote igual que el primer día. Y dentro de unos años, recordaré con cierta nostalgia cada instante de mi adolescencia, porque tú has dejado una huella imborrable en ella. Recordaré todas las veces que me hiciste reír, gritar, llorar, emocionarme... recordaré el dolor que me causaba ver cómo te besabas con tu novia... menuda estupidez, ¿verdad? Pero entonces sonreiré. Sonreiré teniendo bien presente que te apoyé hasta el final, y que tuve el mejor ídolo que podría haber tenido. Y aunque tú no lo sepas, yo te estaré eternamente agradecida.
Te quiero, Mikel.


miércoles, 12 de noviembre de 2014

"Lo único que sé es que te quiero..."

Nunca he sido de tener nada muy claro, siempre he sido indecisa y jamás he sabido lo que quería. Hasta que llegaste tú, con esa sonrisa por la que cualquier persona en su sano juicio se hubiera vuelto loca, y un tal 29 de Junio del 2013, me dijiste que habías llegado a mi vida para quedarte, y la primera vez que cogiste mi mano, y que besaste mis labios, aquel 5 de Julio, supe que ya no querría besar otros que no fueran los tuyos, no quería que me soltaras nunca. Emprendimos juntos un viaje eterno, comenzamos una historia y la llamamos así porque sabíamos que ya lo era. A veces me preguntaba por qué había tardado tanto en conocerte, ahora eso ya me da igual, porque sé que la espera mereció la pena, y volvería a esperar lo que esperé y a tomar todas y cada una de las decisiones que tomé si tuviese la seguridad de que ese camino me llevaría de vuelta a ti. Y lo único que he tenido claro al 100% en toda mi vida, es que estoy enamorada de ti. Y lo sé porque cuando todo se tuerce y las cosas empiezan a ir mal, lo único que quiero hacer es correr a tu lado y que me abraces tan fuerte como lo has hecho siempre, porque eres el único capaz de apartar de mí el dolor. Y sí, a veces he tenido dudas, pero cuando me miras con esos ojos y con esa mirada tan llena de amor, todas mis dudas se disipan por completo, porque llevaba toda mi vida deseando que alguien me mirase y me viera con los mismos ojos con los que tú me miras, y sé que nunca encontraré a nadie que me mire de la misma forma. Has sabido quererme y has hecho que yo me quisiera un poco más cada día. Y te estaré eternamente agradecida. Esto no es un "adiós", mi amor, me niego a que lo sea. Y tengo miedo, porque yo tampoco sé qué es lo que me pasa contigo, y me resisto porque eres el primero por el que siento algo tan fuerte, y me gustaría que fueras el último. Cógeme de la mano como la primera vez que lo hiciste, y confía en mí. Porque lo único que sé, es que te quiero, y no pienso dejar de hacerlo.

~J.S.I~
XVII.

sábado, 8 de noviembre de 2014

"Al fin y al cabo, ¿quién es feliz?"

Sé que te odias, que nunca has sabido valorarte, que aborreces cada milímetro de tu débil cuerpo, pero párate por un segundo enfrente de un espejo, y mírate, de arriba abajo, chica, eres preciosa. Tienes los ojos más tristes que he visto nunca y la sonrisa más preciosa que he conocido jamás. Siempre sonriendo. Aunque estés rota en mil pedazos y no puedas tirar ni de ti misma. No llores en silencio y sécate esas lágrimas que brotan de tus ojos, porque ningún hombre es lo suficientemente hombre si te hace llorar. Ni el hombre más maravilloso del mundo merece tu tristeza, porque tampoco será tan maravilloso si por su culpa no te puedes ni levantar. Valórate, como mujer y como persona. Sé que ahora mismo no eres feliz, y que posiblemente nunca vayas a serlo verdaderamente, pero al fin y al cabo, ¿quién lo es? No creo ni que la felicidad exista. Pero sé que tú te la mereces, que te mereces que exista aunque sea solo para ti. Te mereces sonreír, querer y que te quieran. Que te quieran como ese por el que ahora sufres no ha sabido quererte. Y es que, en realidad, es difícil que alguien aprenda a querer de la forma tan bonita y sincera en la que tú quieres, así como le has querido a él.