martes, 18 de noviembre de 2014

"Gracias: siete letras nunca dijeron tanto."

Nunca escribo sobre ti, supongo que es porque no me salen las palabras, porque ni todas las del mundo son suficientes para describir todo lo que significas para mí, sin saber tan siquiera de mi existencia. No sabes lo mucho que odio cada vez que me dicen que solo me gustas por el físico, y lo mucho que odio aún más a esas personas que de verdad solo "te quieren" por eso. Porque tú eres mucho más que una cara bonita. Tú eres esa persona que me enseñaste a luchar y a perseguir mis sueños, la que me enseñó que "las pérdidas pueden ser ganancias", que hay que aprovechar cada minuto, porque lo único verdaderamente importante en esta vida es el camino que nos queda por recorrer. La gente me juzga. Me dicen que no puedo querer a una persona a la que tan siquiera he tenido la oportunidad de tener en frente. Pero yo te quiero. Te quiero tanto que duele. Te quiero por lo que eres y por todo lo que sin conocerme has llegado a hacer por mí. Y confío en que llegará el día en el que podré abrazarte, y con lágrimas en los ojos te diré todo esto que ahora te escribo, y te contaré lo mucho que he tenido que esperar para por fin poder tener a pocos metros (espero que incluso centímetros), esa sonrisa que tantas veces, cuando más destrozada estaba, me ha dado la vida. Pero la espera, merecerá la pena. Y estos kilómetros, ya no serán nada. Porque con solo ver una foto tuya, un tweet, o escuchar una canción, ya me hacías sonreír incluso cuando solo quería llorar. Sé que estoy creciendo, cada vez voy teniendo menos tiempo de estar al día de todo lo que haces, de todo lo que publicas... el tiempo pasa, y nada es como era antes, pero en cambio, aquí sigo, apoyándote igual que el primer día. Y dentro de unos años, recordaré con cierta nostalgia cada instante de mi adolescencia, porque tú has dejado una huella imborrable en ella. Recordaré todas las veces que me hiciste reír, gritar, llorar, emocionarme... recordaré el dolor que me causaba ver cómo te besabas con tu novia... menuda estupidez, ¿verdad? Pero entonces sonreiré. Sonreiré teniendo bien presente que te apoyé hasta el final, y que tuve el mejor ídolo que podría haber tenido. Y aunque tú no lo sepas, yo te estaré eternamente agradecida.
Te quiero, Mikel.


No hay comentarios:

Publicar un comentario