lunes, 3 de noviembre de 2014

"Perderte es perderme después."

Tengo en mis manos un puñado de recuerdos, una canción rota y cuatro fotos desgastadas en blanco y negro, tan desgastadas como lo nuestro. El odio y el amor mezclados en un mismo sentimiento, el echarte de menos y no querer que vuelvas, el querer tenerte y las ganas de creerte. Tenía demasiados sueños e ilusiones que quizás no debí de haber tenido nunca. Querer comerte a besos cuando llegaras a casa, que me despertaras con olor a tostadas y café recién hecho, dormir sobre tu pecho sintiendo tus brazos rodeándome y tus besos en mi frente, hacer el amor cuando cae la tarde y el sol se esconde tras el horizonte, o chapotear sobre los charcos cuando no para de llover, correr bajo la lluvia agarrados de la mano, mientras únicamente me empapo de ti, y tú de mí, que me beses y sigas haciéndome sentir como lo has hecho hasta ahora, a pesar de los miles de obstáculos que no supimos superar. Y te necesito en mi vida, pero no te quiero en ella, y tengo tantos sentimientos que no logro descifrar, y tanto amor para darte, justo aquí, en el lado izquierdo del pecho. Porque el corazón late por ti, pero no por mí, que a veces dudo de si sigo con vida porque ya apenas lo siento como me gustaría sentirte a ti ahora mismo entre mis brazos. Y espero que no me olvides, que no nos olvides, que recuerdes por siempre esta historia que tan felices nos ha hecho y este amor que ojalá nunca dejáramos de sentir, que no lo dejes pasar como si nada hubiera existido, porque lo que hemos sentido, ha sido lo más real y sincero que sentiremos nunca, y sobre todo, espero que siempre quede un pedacito de mí en ti.

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