viernes, 17 de octubre de 2014

"Carta de despedida..."

Cada vez que empiezo a escribirte, me prometo a mí misma que esa será la última vez que lo haga. Pero acabo siendo incapaz de cumplirlo. Así que hoy, que es un día importante, y que sé que posiblemente esto nunca lo leerás, vengo a decirte que esta será la definitiva de verdad. Cuando te fuiste, tuve la intención de no echarte de menos, de olvidarte como tú a mí, y en cambio lo único que fui capaz de hacer, fue dedicarte todas mis letras como si así fueras a volver. Pero una persona no vuelve por mucho que le escribas, por mucho que le esperes... y eso es algo que ya estoy empezando a asumir. Quizás mi error fue dejar que te enamoraras de otra persona, o quizás el tuyo fue que no me querías tanto como asegurabas quererme. O a lo mejor sí, quién sabe. Eso es algo que nunca llegaré a saber. Puede que el error fuera de los dos, que no cuidamos todo el puto fuego que ahora tanto quema y que nos ha dejado en cenizas. Pero no puedo vivir estancada en el pasado, pensando constantemente: "¿Qué hubiera pasado si...?" ni llorándote hasta quedarme dormida, a veces incluso hasta el día siguiente. ¿Sabes? Ayer lo volví a hacer, volví a llorarte hasta que el sueño me venció. Hacía tiempo que no lo hacía, y sinceramente, no lo echaba de menos. También me prometí no volver a llorarte, porque sencillamente no creo que te merezcas mis lágrimas, pero ya ves, no eres el único que incumple sus promesas. Me duelen las manos de escribirte, porque lo único que quiero hacer con ellas es acariciarte. Todas las mañanas me levanto con la ilusión de tener un mensaje en el que ponga lo mucho que me echas de menos, y hoy lo espero aún con más fuerza. Y sé que ese mensaje no va a llegar, pero a veces se necesita. Por eso estoy aquí, escribiéndote esta "carta de despedida", para decirte que voy a pasar página de una vez, porque tengo asumido que ya no vas a volver con tus besos como antes, y no me sirve de nada seguir escribiéndote, seguir pensándote, seguir llorándote... porque da igual lo que haga, nada te traerá de vuelta. Nada va a hacer que me vuelvas a querer. Por eso, este es el último adiós, unos últimos escritos en los que te recuerdo por última vez lo mucho que te quise, y te quiero, y no me arrepiento de ello, porque incluso cuando te decía que no te quería, te quería. Pero en este último escrito también quiero contarte todo el empeño que voy a poner en dejar de quererte. Hoy, era un día para comernos la sonrisa a besos, para hacer el amor hasta que la Tierra tiemble, para querernos, para reír, juntos como siempre. Sin embargo, estoy aquí, diciéndote adiós definitivamente. Dicen, que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, pero creo que nosotros sabíamos perfectamente lo que teníamos, pero nunca nos imaginamos que pudiésemos llegar a perdernos. Siempre me decías que ese era tu mayor miedo, y ahora parece mentira que lo fuera, porque parece que no te importa lo más mínimo haberme perdido. Y al final de esto, sólo quiero darte las gracias, porque a pesar de todo, has sido lo mejor que jamás pensé que podría llegar a tener, una historia de amor inolvidable que todo el mundo debería estar predestinado a vivir una vez en la vida. Y sé que no, que a pesar de haber acabado así, nada de esto ha sido un error, y no quiero que lo digas ni lo pienses. Porque la historia de amor más bonita que he tenido en mi vida, no ha podido ser un error.

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