domingo, 12 de octubre de 2014
"Hablemos del olvido..."
Observas cómo pasa el tiempo y tu vida sigue parada, escuchas atentamente el tic-tac del reloj, ese reloj que marca cada segundo que pasas sin él, sin sus besos. Te quedas esperando a que pase algo que lo cambie todo, pero eso nunca pasa. Tus días se han vuelto una puta rutina desde que él se fue. Solo lloras y duermes, tratando de no soñar nada, porque así es como si no existieras, pero el insomnio cada vez es más constante, y no puedes hacer nada por calmar ese dolor que sientes, porque sigue ahí, a flor de piel, y no parece que quiera marcharse. Al menos, no por ahora. No comes, no hablas, no sales... es siempre lo mismo. Ya lo único que haces, es pensarle. Porque llega un punto en el que no te quedan ni lágrimas para seguir derramando. Hablemos de verdades. Hablemos de que el tiempo y la distancia todo lo curan, hablemos de la razón que tenía aquel que dijo que las cosas suceden cuando menos te lo esperas, y no se equivocaba. Porque un día, de repente, simplemente sucede. Aceptas de una vez por todas que él ya no te quiere, que no le importas, que posiblemente haya otra mejor que tú, y asumes, que tú ya le has dejado de querer, y te pones a buscar a esa persona que también sea mejor que él, y que te sepa amar de verdad. Y le deseas lo mejor, y esperas que sea muy feliz, no le guardas rencor ni odio, y hasta a veces piensas en él y sonríes, y simplemente, recuerdas todo lo bueno que vivisteis, lo malo ha pasado a segundo plano, y es entonces cuando te das cuenta de que el olvido ha llegado. Echas la vista atrás y te das cuenta de que ya no duele. Tus días empiezan a ser más fáciles, tus sonrisas más sinceras, tus noches más llevaderas, y su recuerdo... su recuerdo cada vez va doliendo menos. No desaparece, pero al menos ya no lo recuerdas con dolor. Sales, te diviertes, te ríes... vuelves a vivir. Y cuando te preguntan si ahora, después de todo, sigues estando segura de que le quisiste, respondes con una sonrisa en tu rostro que sí, que le quisiste como no has querido a nadie en tu vida, porque no te avergüenzas de decir todo lo enamorada que estuviste de él y todo lo que fue en tu vida, pero eso siempre viene seguido de un: "Y me costó, pero lo logré. Por fin le he olvidado." Y aun así, siempre te quedas con la duda de si le has olvidado de verdad o si simplemente te has acostumbrado a vivir sin él. Ha pasado un tiempo sin verle, os habéis distanciado de verdad, quizás mañana le vuelvas a ver de nuevo y te des cuenta de que le sigues queriendo como el primer día. Pero se quedará en eso, en una duda, nunca llegarás a comprobarlo, y tampoco sabes si quieres, porque por ahora eres feliz, por ahora pensarle ya no te atormenta, ya no lloras y vuelves a ser la que eras, ya no existe para ti, y eso es lo que verdaderamente importa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario